A lo largo de la semana me topo con muchísima gente que me pregunta cosas referentes a las finanzas personales y a la inversión, y todas esas personas suelen tener en común que no ahorran.
Algo tan sencillo en la práctica como guardar una parte de nuestro dinero en un lugar en el que no podremos entrar, se nos hace una tarea imposible.
Pero si ahorramos, no solo tendremos esa tranquilidad de tener un colchón por posibles problemas o para futuros fines, si no que nos permitirá invertir, y a largo plazo aprovechar la magia del interés compuesto.
Ahorrar debe de ser una prioridad
Ahorrar debe ser nuestra prioridad número uno. Por encima de todo. Y si tu situación económica no te lo permite, entonces el problema será que tu situación económica no es la correcta y tendrás que hacerle una radiografía y ver que está ocurriendo con tu dinero.
Sin este paso, olvidaros de invertir y sobre todo, olvidaros de la libertad financiera. Y ya no hablo de tener una libertad financiera total. Hablo de que si tienes acumulado lo suficiente para vivir un año sin ingresos, tendrás una libertad financiera de 1 año, y eso… da mucha tranquilidad. Cuanto mayor sea ese colchón que creas gracias a tus ahorros, mayor será esa libertad financiera
Ahorrar es una actitud en la vida
Por lo tanto, considero que ahorrar es una actitud ante la vida. Es uno de los mejores hábitos que puedes tener en tu vida y que te va a aportar mucha tranquilidad y seguridad. Además, es un hábito que si consigues pasarlo a los más pequeños harás que su futuro financiero mejore antes incluso de empezar.
Además… algo importante, es que es mucho mejor que este hábito sea constante aunque sea con pocas cantidades, que puntual con cantidades grandes. En el tiempo los resultados son mejores en el primer caso, y sobre todo, el primero caso crea hábito, y el segundo no.
Nuestro cerebro está programado para gastar
Al final… tenemos que tener claro que nuestro cerebro no está programado para ahorrar, por que preferimos el presente al futuro. Queremos satisfacciones inmediatas y ver el beneficio a largo plazo es algo que nos cuesta. De ahí que lo primero para empezar ahorrar e invertir sea cambiar nuestro chip mental y entender, que el ahorrar o invertir, no es gastar, es separar algo ahora para tener más en el futuro.
Por eso, que una persona sea ahorradora o no, no es algo que va en los genes. Va en la educación y en las creencias adquiridas, y esto se puede cambiar.
Muchas veces cuesta trabajo, ya que supone remodelar nuestro estilo de vida, pero se puede.
Por ejemplo, si ganamos 1000 y gastamos 1100, no podremos ahorrar hasta que ajustemos nuestro estilo de vida a gastar 900, y así poder ahorrar 100€. Y esto pasa por hacer un pequeño sacrificio, que puede no serlo, por que muchas veces pensamos que todo lo bueno que podemos hacer tiene que estar relacionado con el dinero, y el hecho de buscar alternativas gratuitas o actividades que no nos supongan gasto pueden mejorar no solo a nuestro bolsillo, si no a nuestra vida en general.
Además, hay una cosa importàntísma a tener en cuenta, algo que James Parkinson dejaba claro hace más de 300 años. Y es que nuestros gastos se expandirán hasta cubrir el total de los ingresos. O lo que e slo mismo, que cuanto más ganemos, más gastaremos. Si ganas 1000 y te suben el sueldo a 1200, a tu mente no le costará buscarle un lugar para gastar ese extra de 200€. Algún servicio nuevo, algún viaje nuevo, algún capricho nuevo.
Por eso, pensar en… Ya ahorraré cuando gane más, es el error que comete todo el mundo, ya que nunca llegará ese momento. Te lo vuelvo a repetir, NUNCA llegará el momento.
Por eso, lo más importante no es cuanto ganas, si no cuanto eres capaz de ahorrar
Y al hilo de este tema te recomiendo un video muy interesante en el que hablo de las creencias limitantes sobre el dinero en una conferencia.
+ Conferencia: 6 Creencias limitantes sobre el dinero