El origen de la bolsa explicado de forma sencilla en 5 MINUTOS

Saber cual es el origen de la bolsa de valores no es algo que te vaya a ayudar en tu día a día, pero en cuanto a cultura se refiere, es muy interesante.

Según datos que he podido estudiar, posiblemente la primera bolsa data del siglo XV, en Flandes (Bélgica), pero para explicaros la historia voy a ir un poco mas adelante, al siglo XVI, y concretamente a la ciudad de Amsterdam, en Holanda.

Desde el Norte de Europa zarpaban muchas expediciones de barcos hacia las tierras de Asia con el objetivo de conseguir productos y especias para luego venderlas. Estas expediciones suponían un gran desembolso económico, ya que había que comprar o alquilar el barco, conseguir y pagar a toda la tripulación (y además un buen sueldo) y sobre todo llenar el barco de la comida y bebida necesaria para poder sobrevivir en alta mar durante las semanas que durase el viaje. Además, había que darle al capitán o contramaestre el dinero suficiente para comprar la mercancía.

Por lo tanto, “montar esta empresa” suponía un coste muy elevado, dificil de asumir por una sola persona, por lo que los Holandeses encontraron la solución. Buscar mercaderes (que harían el papel de inversores), que aportaran una parte del dinero necesario para financiar el viaje y a cambio el que organizaba la expedición les entregaría una participación de los beneficios totales que se consiguiesen. Estas participaciones serían como las acciones acciones y estaban reflejadas en un pequeño contrato donde quedaba fijada la cantidad aportada y el porcentaje del beneficio que se obtendría.

Por lo tanto cuando el barco volviera de nuevo a puerto y los productos se vendieran al resto de mercaderes, los inversores recogerían sus beneficios.

Habían ocasiones en las que los viajes se hacían más largos de lo esperado y los inversores querían recuperar su dinero, por lo que vendían sus participaciones a otros mercaderes por el precio que ellos acordasen y el nuevo propietario sería el que recibiría los beneficios. Es decir, entre mercaderes especulaban con estas acciones o contratos. El mercader que quería vender sus participaciones lo hacía por miedo (como ves, el miedo y el peligro siempre ha estado presente en las inversiones) o por querer recuperar ya su dinero, eso si seguramente perdiendo algo de dinero, y el nuevo mercader que lo compraba lo hacía pensando en que era una oportunidad y confiando en que todo iría bien con la expedición.

Bien, en el siglo XVI, las noticias tardaban en llegar pero al final llegaban y quien tuviese esta información ya fuese positiva o negativa antes que el resto tenía el poder de saber si le convenía mantener su acuerdo o venderlo. Por ejemplo el rumor de un barco hundido haría que el acuerdo sobre ese barco perdiera valor, incluso la confirmación de un barco efectivamente se había hundido acabaría por quitarle todo el valor al acuerdo. Ya que… si no hay barco, no hay mercancia, y no hay dinero… ¿Que beneficios iba a obtener el inversor?

Por eso los rumores, la tardanza en el regreso, el mal tiempo.. todo eso hacía que los mercaderes que habían financiado la expedición y que tenían su contrato que les garantizaba un %, tuvieran miedo, y en algunos casos, decidieran intentar recuperar el dinero vendiendole este contrato a otra persona, que o bien no sabía esa información, o bien era mas optimista con la expedicion.

Actualmente en la bolsa ocurre lo mismo, ya que un rumor sobre un problema en una empresa puede hacer que las acciones de esa empresa bajen, pero un percance temporal no implica que esa empresa no valga. Se recuperan y se hacen mas fuertes.

Lo contrario justo ocurría cuando habían rumores positivos y los precios de los productos que habían ido a buscar subían, ya que ese acuerdo valdría mucho más ya que las nuevas estimaciones de beneficios eran mayores y los mercaderes podían quedarse el acuerdo y aprovechar esa subida o venderlo antes de tiempo a otros mercaderes interesados, con el argumento de que cuando llegas el barco, el % que cobrarían sería aún mayor.

Es decir, que había negocio tanto en la compra y espera hasta que el barco llegase a puerto y pagara los beneficios como en la compra y venta de estos acuerdos en función de los miedos, los rumores, las estimaciones, etc.

Esto mismo es lo que ocurre actualmente en la bolsa. Las empresas salen a bolsa con el fin de obtener financiación para llegar a sitios donde sin esa financiación no podrían, y a cambio muchas de ellas ofrecen una rentabilidad a modo de dividendos para gratificar al inversor que se está arriesgando al apostar por la empresa. Habrán ocasiones en que dicha rentabilidad sea mucho mayor a la esperada, y otras que sea menor.

Lo bueno es que los buenos normalmente no suelen hundirse 🙂

¿Que os ha parecido los orígenes de la bolsa? Como ves, desde siempre, han habido personas con la mentalidad adecuada para las inversiones sin saber si quiera lo que estaban haciendo.

Quizás hay algún origen anterior a este que os he contado, pero sin duda este fue uno de los que más fuerza le otorgó a este modelo de financiación con fines comerciales, y resulta muy interesante como después de pasar tantos años, el modelo en su base siga siendo el mismo.

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